lunes, 4 de enero de 2010

REFLEXION


HOMBRE PRECAVIDO.


Cronograma de este día 7:30 Despertar, ducha, maquillaje 8:00 Desayuno de negocios 8:40 Compras pendientes para cena 9:00 Bancos, depósitos y préstamo 9:35 Confirmar cita con gerente de... 13:00 Almuerzo con pastor...

¡No hay nada peor que el desorden o la pérdida de tiempo! Por eso es bueno hacer un cronograma diario, aunque algunos exageramos la nota, no ha comenzado el 2010 y ya tenemos agendado el año entero. Y, ¿cómo no hacerlo?, ¿Acaso no es bueno ser como dice el dicho popular:"Hombre precavido vale por dos"?, ¿O será que estamos como esos fanfarrones que menciona el apóstol Santiago en su carta? "Ahora escuchen esto, ustedes que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí un año, haremos negocios y ganaremos dinero. ¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece." Stgo. 4:13-14
No hay nada de malo, ni estamos en contra de ser organizados, de planificar y ser precavidos, son cualidades muy valiosas, es más, todo líder debiera tenerlas. La mala organización, o peor aún, la falta de organización en nuestras vidas, familias, iglesias o ministerios son el vivo reflejo de la mediocridad o fracaso de muchas de las cosas que hacemos.Más bien hablamos de algo más valioso e importante y que va más allá de la minuciosa planificación diaria de nuestras vidas: La prioridad que tiene Dios en todo lo que hacemos y la cabida que le damos para que Él nos use, para realizar sus planes.



A veces somos tan estructurados, y cuando surgen esos "imprevistos", (que obviamente NO tenemos contemplados en nuestros cronogramas diarios), nos frustramos, nos enojamos, nos peleamos con el mundo entero y los culpamos por ser la "piedra de tropiezo" que nos impide seguir adelante para cumplir con nuestros perfectos planes.
Teresa de Calcuta dijo: "Voy a pasar por la vida una sola vez, cualquier cosa buena que yo pueda hacer o alguna amabilidad que pueda hacer a algún humano, debo hacerlo ahora, porque no pasaré de nuevo por ahí".
Dios nos de la sabiduría para ser flexibles, generosos y humildes, para darnos cuenta que mucho de los que nosotros consideramos "imprevistos", o cosas "inoportunas", son oportunidades únicas que se presentan en la vida, para incluir a Dios en nuestras agendas y así bendecir a otros.



"Más bien, debieran decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora se jactan en sus fanfarronerías. Toda esta jactancia es mala. Así que comete pecado todo el que sabe hacer el bien y no lo hace". Stgo. 4:15-17

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