miércoles, 29 de julio de 2009
martes, 28 de julio de 2009
TESTIMONIO DE UNA VOCACIÓN RELIGIOSA. EN DONDE EL PADRE HUGO, ESTUVO PRESENTE.
TESTIMONIO HNA.PATRICIA ROJAS
MINISTRA DE LOS ENFERMOS DE SAN CAMILO
Soy la primera de dos hermanos, tuve la gracia de recibir formación cristiana, forjándose en mi deseos de santidad, de compromiso eclesial y de testimonio en el mundo. Participé del Movimiento de la Legión de las Pequeñas Almas y en el año 1992 los caminos de Dios me condujeron hasta el Hospital de la Pontificia Universidad Católica para realizar una Estadía de Perfeccionamiento en Kinesiología cardio- respiratoria. Permanecí así ejerciendo la profesión, cuando en el año 1995 vi llegar 3 religiosas al hospital; al inicio, me mantuve distante, hasta que al año siguiente me comenzó a llamar la atención la manera de ser de ellas, la participación en las Misas del hospital; comencé a establecer amistad con ellas y a preguntarme si yo no estaba llamada también a llevar una vida de consagración. Pude realizar mi formación en Italia y Brasil. El 2 de Junio del año pasado realicé mi Profesión perpetua y actualmente soy responsable de la pastoral Vocacional de nuestra comunidad.
TESTIMONIO DE LOS PADRES DE UNA RELIGIOSA
Como padres, ¿qué sentimientos experimentaron cuando vuestra hija les comunicó que había optado por la Vida Religiosa?
Al comiezo fue sufrimiento y gran dolor. El buen Padre Hugo Cornelissen decía: "el llamado a una vocación debe vivirse así, pues caeríamos en el orgullo y vanidad que Jesús se haya gijado en su hija para que sea su esposa"
Así en el libro Mensaje fui encontrando consuelo con las palabras de Jesús: "Hoy me das mucho. Es un pedazo de carne viva que arrancas de tu humanidad" (19 - 06 - 68). Allí encontramos el consuelo que en poco tiempo se convirtió en gozo y alegría sin límites, de ver nuestra querida hija Patricia caminar libremente, convencida y feliz con su nueva familia.
¿Cómo han acompañado su consagración?
En primer lugar con la oración para ella y toda su comunidad, para que tengan una gran santidad y sea fiel al llamado de Jesús. Rogándole a la Santísima Vírgen con el rezo del rosario para que siempre la acompañe y la guie por la senda que la conduzca al respeto y cumplimiento de los principios del apostolado de la madre María Doménica, que sirva con alegría y generosidad a los enfermos. Respetando, comprendiendo y aceptando su decision de consagración.
TESTIMONIO DE UNA JOVEN VOCACIONADA
Un viaje que cambió mi vida.
Como todo joven que está de vacaciones y que cumple su mayoría de edad, se decide ir en busca de un bus y salir a pasear a donde quiera que sea, el verano del 2008, producto de la invitación de una amiga, viajé a Santiago con el objetivo de juntarme con ella.
Semanas antes de ello, navegando por internet, en busca de una respuesta a una gran interrogante que tenía desde pequeña y ahora ya un poco más madura con algo de decisión quise buscar una respuesta a través de una experiencia, puesto que después de una conversación con el Padre Marcos un gran amigo, se me hizo más grande esa inquietud.
Y sin saber nada de que podía hacer, empecé a buscar alguna congregación de hermanas que me llamara la atención luego del consejo de un amigo, y navegando por la net llegué a la pagina de la pastoral juvenil de Santiago en donde encontré un link que se relacionaba con las vocaciones, revisé congregación por congregación hasta que llegue a la de las Hnas. Ministras de los Enfermos de San Camilo, ésta fue la que más me llamó la atención producto de que trabajaban en el ámbito de la salud, en el cual me disponía prestar servicio en un futuro, me decidí y escribí un correo a la dirección que allí se encontraba.
Hasta que recibí une respuesta de la Hna. Celite, quien me contó acerca de la congregación y me invito para conocerlas, dejé pasar un par de semanas hasta que me llegó la invitación de mi amiga, con esto aprovecharía de visitar a las hermanas solo por una tardias y así salir de la duda, por diversos motivos mi amiga no pudo llegar y conversando con Hna. Celite le comenté lo que me sucedió y me invitaron para quedarme en su casa, fue así como estuve unos hermosos 4 dias viviendo una experiencia maravillosa, en la cual conocí a las cuatro hermanas: Hna. Dilce, Hna. Celite, Hna. Tere y Hna. Patricia, todas ellas muy simpáticas, con el pasar de los días fui viviendo experiencias hermosas en donde conocí más de la congregación y experimenté momentos hermosos de oración y reflexión junto a la Hna. Patricia, creo que si no hubiera dado este paso, mi semillita no etaría creciendo como hoy, con muchas ganas.
Después de esta gran experiencia tengo muchas más ganas de seguir adelante y dándole ese lugar que Jesús quiere en mi vida, ya que Él dió 99 pasos y yo tan solo di uno, que será el inicio de un gran camino.
Hoy me comunico con las hermanas a través del correo y por skype, cada vez que lo hago, me dan muchas más ganas de seguir adelante, porque siento esa gran alegría de querer entregar mi vida al servicio de los enfermos tal como lo hacen ellas.
Siempre he pensado que si de una primera instatancia no te dan ganas de volver es porque no era lo que buscabas, pero si después de la primera experiencia piensas, reflexionas y tienes ganas de volver a repetirla, simplemente hay que lanzarse por aquel camino porque significa que es lo que andabas buscando.
Siento que paso a paso Él está construyendo en mi su morada santa y poco a poco me acerca más a él buscando su refugio , me encariño más y me enamoro más de la labor de las Hermanas Ministras de los Enfermos de San Camilo, como también de la historia de su madre fundadora, la Beata Maria Doménica
Karina Andrea Zepeda Vergara
18 años
La Serena
sábado, 25 de julio de 2009
HOMILIA DEL DOMINGO 26 de Juliuo 2009

jueves, 23 de julio de 2009
LA VERDADERA REALIDAD DE LA PILDORA DEL DÍA DESPUÉS. USTED DEBE INFORMARSE CON VERDAD
EN ESTE MOMENTO EN QUE NOS VEMOS INVADIDOS DE OPINIONES QUE NOS HABLAN DEL USO DE LA PILDORA DEL DÍA DESPUÉS DE FORMA TAN NATURAL Y DE FACIL ADQUISICIÓN EN LOS SERVICIOS DE SALUD PÚBLICA Y PRIVADA.
LES OFRECEMOS ESTE VIDEO ORIENTADOR SOBRE TODO PARA QUIENES SOMOS CRISTIANOS.
DIFUNDALO Y PROMUEVALO PARA TENER UNA VISIÓN CLARA Y VERDADERA.
miércoles, 22 de julio de 2009
Reunión de Evaluación del Pulso de la Corporación de Respaldo Obra Misionera de la Transfiguración
INFORME DEL ESTADO DE SALUD DEL PADRE HUGO. Hoy Miércoles 22 de Julio 2009

Su Santidad Benedicto XVI, Se ha referido Acerca del Sacerdocio.

Ideas principales de Benedicto XVI sobre el sacerdocio en el contexto del Año Sacerdotal
En el contexto del Año Sacerdotal, he aquí una selección y distribución de pensamientos del Papa Benedicto XVI sobre el sacerdocio. Antes es preciso recordar la finalidad del Año Sacerdotal y la figura que lo centra y contextualiza.
“Deseo de corazón que el Año Sacerdotal –ha afirmado Benedicto XVI- constituya para cada sacerdote una oportunidad de renovación interior y, en consecuencia, de firme revigorización en el compromiso de su misión”.
Su modelo, en el ciento cincuenta aniversario de su muerte, es San Juan María Bautista Vianney, el Santo Cura de Ars. Lo que más resplandece en la existencia de este humilde ministro del altar: "su total identificación con el propio ministerio". Solía decir que "un buen pastor, un pastor según el corazón de Dios, es el tesoro más grande que el buen Dios puede conceder a una parroquia y uno de los dones más preciosos de la misericordia divina". Y casi sin poder percibir la grandeza del don y de la tarea confiados a una pobre criatura humana, suspiraba: "¡Oh, qué grande es el sacerdote!... Si se diese cuenta, moriría... Dios le obedece: pronuncia dos palabras y nuestro Señor baja del cielo al oír su voz y se encierra en una pequeña hostia".
Rezar, curar, anunciar
Según el Santo Padre, rezar, curar y anunciar son los tres imperativos esenciales de la vida y del ministerio de los presbíteros, quien, de este modo, será fiel a su ordenación y evitará convertirse en un burócrata de lo sagrado.
1.- La oración, que educa en el amor y abre el corazón a la caridad pastoral, es su primer deber, su primera tarea, su primer servicio. Sin una relación personal con el Señor nada de lo demás puede funcionar porque difícilmente podrá el sacerdote llevar a Dios a los demás si el sacerdote no practica y cultiva su propia relación con El.
En este sentido, la oración sacerdotal requiere de tres espacios vitales, diarias y fervientes. El primero de ello es la Eucaristía de cada día como encuentro fundamental donde el Señor habla con el sacerdote y el sacerdote con el Señor, se entrega en sus manos y se hace pan partida para la humanidad. La Liturgia de las Horas y la oración personal -añade Benedicto XVI- son los otros dos ámbitos ordinarios de santificación del sacerdote y de fecundidad apostólica. Sin ellos, el sacerdote se agosta. Con ellos el sacerdote se convierte en lo que debe ser: hombre de Dios, amigo de Jesucristo y fiel servidor de los hombres.
2.- La existencia y el ministerio sacerdotal está llamado también a la sanación, a curar a los enfermos, a los dispersos, a los necesitados. A través de él se visibiliza el amor de Jesucristo y de su Iglesia en favor de la humanidad doliente; a través de él se prolonga el ministerio del Señor que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo.
Esta misión sanadora del ministerio sacerdotal requiere que el sacerdote conozca a sus fieles, como el Buen Pastor conoce a sus ovejas. Que sepa de sus necesidades y dolencias. Que sea el nuevo y permanente buen samaritano. Que unja sus heridas con el aceite y con el vino nuevos de la salvación. Este quehacer sanador del ministerio sacerdotal se traduce en escucha y en diálogo, en compañía y en acompañamiento, en servicio y atención sociocaritativa. Se traduce, muy singularmente, en el ejercicio de su "munus santificandi" a través de los sacramentos, particularmente mediante el sacramento de la Reconciliación, cuya administración es un acto curativo extraordinario que el hombre precisa para estar sano en profundidad.
3.- Por fin, el sacerdote está llamado a anunciar el Reino de Dios, que no es una utopía lejana, sino que se hace ya totalmente próximo en Jesucristo. Por eso, anunciar el Reino de Dios significa hablar de Dios hoy, hacer presente la Palabra de Dios, el Evangelio que es presencia transformadora de Dios, y hacer presente a Dios a través del sacramento de su presencia, que es la Eucaristía. Este anuncio será tanto más creíble, será tanto fecundo, cuanto más y mejor sea vivido en primera persona por el sacerdote, cuanto más esté transido de la oración, de la humildad y de la comunión eclesial.
El sacerdote y las vestiduras sagradas
"Así como en el bautismo se da un intercambio de vestiduras, un intercambio de destino, una nueva comunión existencial con Cristo, también en el sacerdocio tiene lugar un intercambio en la administración de los sacramentos, en los que el sacerdote actúa in persona Christi. En los sagrados misterios el no se representa a sí mismo, ni habla expresándose a sí mismo, sino que habla en lugar de Otro, de Cristo".
Y es precisamente mediante los ornamentos o vestiduras litúrgicas dónde y cómo se puede mostrar esta identidad y misión del sacerdote. Revestirnos de ellos debe ser más que un hecho externo; significa entrar una y otra vez en el, adsum, en el sí de la misión sacerdotal. Los indumentos sacerdotales constituyen una profunda simbólica de lo que el sacerdote significa, ilustran lo qué es revestirse de Cristo, hablar y actuar en su Persona.
√ En el pasado y aún hoy en las órdenes monásticas, se colocaba ante todo en la cabeza el amito como una especie de capucha que se convertía en símbolo de la disciplina de los sentidos y del pensamiento, necesaria para una celebración digna y correcta de la Eucaristía. El amito es, pues, expresión de que el sacerdote dispone sus sentidos, su corazón y su mente para servir mejor al pueblo que le ha sido confiado transmitiéndole al Señor.
√ El alba y la estola evocan la vestidura festiva que el padre de la parábola regaló al hijo pródigo, que había regresado a casa harapiento y sucio. Al revestirse del alba el sacerdote debería recordar que Jesucristo padeció por él y por todos y que en sus heridas hemos sido purificados. El alba y la estola son también signo de la vestidura nupcial de otra parábola evangélica. Es la vestidura del amor, de la alianza, de la luz de Jesucristo, que con su claridad llama al sacerdote a transmitirle limpio también él de culpa.
√ Por último, en la casulla se representa el yugo del Señor. El sacerdote está uncido a este yugo y está llamado a aprender de Jesús, que es manso y humilde de corazón. Aunque tantas veces parezca lo contrario, el yugo del Señor -como dice la Palabra de Dios- es ligero y llevadero porque ya lo llevó Jesús el primero, quien experimentó en sí mismo la obediencia, la debilidad, el dolor y la oscuridad, y con yugo -con su cruz- nos salvó.
Ser sacerdote es, pues, revestirse de Cristo. Es convertirse en personas que aman, que sirven y que experimentan la hermosura de cargar con su yugo, única fuente de salvación para aquellas personas que le han sido confiadas.
Al estilo del Buen Pastor
¿En qué consiste ser hoy día, en medio de una sociedad secularizada y hasta paganizada, sacerdote de Jesucristo? El sacerdote es, ante todo, el representante y la prolongación de Jesucristo el Buen Pastor. He aquí cuatro rasgos y consecuencias que se derivan del estilo del Buen Pastor:
1.- De este modo, el sacerdote es el que señala el camino, el primero en hacer lo que tienen que hacer los demás, el primero en emprender el camino que han de seguir los demás. Esto significa que, para discernir los caminos de luz de las cañadas oscuras, debe vivir de la Palabra de Dios, debe ser hombre de oración, de perdón, hombre que recibe y celebra los sacramentos como actos de oración y de encuentro con el Señor. El sacerdote ha de ser hombre de caridad vivida y celebrada, que transforme toda su actividad y ministerio en actos espirituales en comunión con Cristo para la salvación de los demás.
2.- Al igual que Jesús el Buen Pastor, el sacerdote debe ir también por delante de su grey en la entrega total hasta la cruz. Esta entrega, esta ofrenda de sí mismo es también participación en la cruz de Cristo, fuente de toda alegría y riqueza. Y sólo desde ella, el sacerdote puede escuchar, servir, consolar, ayudar e iluminar de manera creíble y fructífera.
3.- Al ejemplo de Jesús el Buen Pastor, el sacerdote debe llenar su actividad cotidiana de tiempos para los demás y de tiempos para el Señor. El sacerdote ha de nutrirse de espacios diarios y concretos para la celebración de la Eucaristía, la oración personal, el rezo y meditación de la Liturgia de las Horas y el rezo del rosario. Estos ejercicios son diálogos inexcusables con la Palabra de Dios. Y sólo así podrá crearse reservas para responder a las exigencias de la vida pastoral. Para dar el fruto verdadero que el mundo precisa.
4.- El sacerdote no lo es para sí mismo sino para los demás, a través de la Iglesia, de la que es ministro, voz y rostro. Los fieles ven y perciben en el sacerdote a la Iglesia. Y la Iglesia no es una gran superestructura, un cuerpo administrativo o de poder, una organización social. Es un cuerpo espiritual para la salvación del hombre. Por ello, el sacerdote estar con el pueblo, rezar con el pueblo, escuchar al pueblo, amar al pueblo, iluminarlo con la Palabra de Dios -muy singularmente mediante la homilía, nacida y crecida en la oración y en la escucha fiel de la Palabra- y con los Sacramentos, signos eficaces del amor de Jesucristo.
El hombre de Dios para portar a Dios a los hombres
Con una frase del apóstol San Pablo a su discípulo Timoteo, el Papa define al sacerdote como "el hombre de Dios". Y añade: "esta es la misión central del sacerdote: portar a Dios a los hombres.
1.- Y ciertamente sólo puede hacerlo si el mismo viene de Dios, si vive en unidad e intimidad con Dios". A continuación, Benedicto XVI cita el verso del salmo 15 "El Señor es el lote de mi heredad y mi copa: mi suerte está en tus manos". Y es que, en efecto, el verdadero y hasta único sentido de la vida del sacerdote, la base de su existencia, la tierra de su vida y de su promisión, es el Señor. Dios es el fundamento externo e interno de su vida. Dios mismo es la "parte" de su tierra y de su peregrinar.
2.- Y esta verdadera "teocentricidad" de la identidad y existencia sacerdotal es tanto más necesaria cuanto más desdibujada está en nuestro mundo la idea de Dios, en un medio de una sociedad totalmente funcionalística, donde todo está basado en prestaciones calculables, verificables, puestas siempre bajo el barómetro de la rentabilidad.
3.- Por ello, el sacerdote de hoy y de siempre debe conocer y reconocer a Dios desde dentro y así, como el mayor y el mejor de los servicios que necesitan y demandan, quizás sin saberlo, los hombres y mujeres de su tiempo, llevarles y transmitirles a Dios.
"Si en una vida sacerdotal -afirmaba textualmente Benedicto XVI- se pierde esta centralidad de Dios, se vacía también progresivamente el celo de su actividad". Si en el exceso de las cosas y acciones externas falta el centro que da sentido a todo y lo reconduce a la unidad, le falta entonces el verdadero fundamento de la vida, la "tierra" sobre la cual todo esto permanece y prospera.
4.- Desde esta centralidad del Señor en la vida del sacerdote, desde esta "teocrentidad" de la identidad y misión del sacerdote, se entiende y se sublima el celibato ministerial, que no es tanto una supuesta conveniencia práctica y funcional, sino que es expresión de amor en consagración a Dios -la parte de mi heredad- y en ofrenda a los hombres. El celibato no significa permanecer privado de amor. Todo lo contrario: es dejarse prender por la pasión por Dios y aprender, gracias a su intimidad con El, cómo servir más y mejor a los demás.
El celibato debe ser un testimonio de fe: la fe en Dios que se concreta y traduce en una forma de vida que sólo, partir de Dios, tiene sentido para el bien de aquellos a quienes el sacerdote ha sido enviado y quienes esperan de El que les sirva y transmita a Dios. A un Dios con quien el sacerdote ha de vivir esponsal y fecundamente unidos a través de su ordenación sacramental y de su celibato.
“Estar con Cristo y ser sus
enviados al encuentro del hombre”
"Estar con Cristo y ser sus enviados para salir al encuentro de las gentes" es la definición que del sacerdocio ofrecía Benedicto XVI: "Estar con Cristo y ser sus enviados". "Nuestra tarea consiste -añadía- en convertirnos en personas a la escucha capaces de percibir su llamada, valiente y fieles para seguirlo y, al final, ser hallados siervos fiables que han sabido aprovechar bien el don que se les ha asignado".
1.- Para Benedicto XVI, el primer rasgo clave de la identidad y misión del sacerdote es vivir en la espiritualidad del siervo prudente, sabio y humilde. "Hago mi parte, hago lo que puedo", sabiendo reconocer con humildad los propios límites y desde la confianza en el Señor, que es quien guía a la Iglesia. Ante la multiplicidad de quehaceres y de retos en la vida actual del sacerdote, esta primera consideración está llena de verdad y de sabiduría.
2.- La esencialidad de la vida interior del sacerdote es la segunda y luminosa reflexión del Papa. Se trata de una vida interior centrada en la Eucaristía y en la liturgia de las horas. "El tiempo que dedicamos a la oración no es un tiempo sustraído a nuestra responsabilidad pastoral, sino que es precisamente trabajo pastoral". Es orar por y para los demás. Esta vida interior del sacerdote debe además nutrirse también de la espiritualidad de la cruz, desde la asunción de la experiencia del sufrimiento, pues "es hermoso madurar en los sacrificios y así trabajar para la salvación de los demás".
3.- Asimismo, Benedicto XVI, que pide a los sacerdotes que sepan delegar, que busquen colaboradores, que se abran a la comunión y corresponsabilidad eclesial, y que no caigan en la tentación de hacerlo todo ellos solos, llama a la vivir en la esperanza, pues la Iglesia está viva y "también en tiempos difíciles, cuando faltan las vocaciones, la palabra de Dios permanece para siempre". Dios tiene palabras de vida eterna, que no son palabras del pasado, sino que conservan siempre plena actualidad, y que han de suscitar en toda la Iglesia y particularmente en los sacerdotes una esperanza que nunca defrauda, a pesar de todos los pesares.
El siervo, la voz y el eco de Cristo
Con palabras de San Agustín de Hipona, Benedicto XVI definió al sacerdote como el siervo de Cristo. Cada fibra del ser personal del sacerdote debe estar en relación íntima con Jesús, con quien se identifica ontológicamente.
El sacerdote es también la voz de Cristo, voz y eco de quien es la Palabra, precursor y siervo de la Palabra, que no se convierte en el centro, sino el instrumento. El sacerdote es portador de Cristo y de su Palabra, no de sí mismo ni de ningún mensaje propio o adaptado por él.
Ser siervo y voz de Cristo revela la grandeza y la humildad del ministerio ordenado y muestra el camino para vivir en fidelidad y en fecundidad este ministerio, que no es otro que el de la íntima comunión con Jesucristo, cuyo alimento era hacer la voluntad del Padre. Para ello, el sacerdote necesita de la oración como el cuerpo necesita del oxígeno. El sacerdote, para ser siervo y voz de Cristo, debe vivir en autodonación, en desprendimiento personal, en itinerario pascual, en gratuidad, en alegría, en entrega constante.
Y la eficacia de la vida y de la acción ministerial y pastoral depende, en última instancia, no de las distintas obras y acciones, sino de la oración, pues, de lo contrario, su servicio se convertiría en vano activismo. De ahí, que el tiempo que el sacerdote pasa en contacto directo con Dios no sólo no es tiempo perdido, sino que es su verdadera prioridad y fuente de riqueza y fecundidad, pues la oración ha de ser para el sacerdote la respiración del alma y el motor de su apostolado.
Palabra y sacramento son las dos columnas del sacerdocio
“Considerando el binomio identidad-misión, cada sacerdote –señalaba Benedicto en la audiencia general del pasado 1 de julio -puede advertir mejor la necesidad de la progresiva identificación con Cristo, que le garantiza la fidelidad y la fecundidad del testimonio evangélico. El título mismo del Año sacerdotal —"Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote"— pone de manifiesto que el don de la gracia divina precede a toda posible respuesta humana y realización pastoral, y así, en la vida del sacerdote, el anuncio misionero y el culto no se pueden separar nunca, como tampoco se deben separar la identidad ontológico-sacramental y la misión evangelizadora”.
√ “Por lo demás, podríamos decir que el fin de la misión de todo presbítero es "cultual": para que todos los hombres puedan ofrecerse a Dios como hostia viva, santa, agradable a él (cf. Rm 12, 1), que en la creación misma, en los hombres, se transforma en culto, en alabanza al Creador, recibiendo la caridad que están llamados a dispensarse abundantemente unos a otros. Lo constatamos claramente en los inicios del cristianismo. Por ejemplo, san Juan Crisóstomo decía que el sacramento del altar y el "sacramento del hermano" o, como dice, el "sacramento del pobre" constituyen dos aspectos del mismo misterio. El amor al prójimo, la atención a la justicia y a los pobres, no son solamente temas de una moral social, sino más bien expresión de una concepción sacramental de la moralidad cristiana, porque a través del ministerio de los presbíteros se realiza el sacrificio espiritual de todos los fieles, en unión con el de Cristo, único Mediador: sacrificio que los presbíteros ofrecen de forma incruenta y sacramental en espera de la nueva venida del Señor”.
“Esta es la principal dimensión, esencialmente misionera y dinámica, de la identidad y del ministerio sacerdotal: a través del anuncio del Evangelio engendran en la fe a aquellos que aún no creen, para que puedan unir al sacrificio de Cristo su propio sacrificio, que se traduce en amor a Dios y al prójimo”.
√ “Frente a tantas incertidumbres y cansancios también en el ejercicio del ministerio sacerdotal, es urgente recuperar un juicio claro e inequívoco sobre el primado absoluto de la gracia divina, recordando lo que escribe santo Tomás de Aquino: "El más pequeño don de la gracia supera el bien natural de todo el universo" (Summa Theologiae, I-II, q. 113, a. 9, ad 2)”.
√ Por tanto, la misión de cada presbítero dependerá, también y sobre todo, de la conciencia de la realidad sacramental de su "nuevo ser". De la certeza de su propia identidad, no construida artificialmente sino dada y acogida gratuita y divinamente, depende el siempre renovado entusiasmo del sacerdote por su misión. También para los presbíteros vale lo que escribí en la encíclica Deus caritas est: "No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva" (n. 1).
“Habiendo recibido con su "consagración" un don de gracia tan extraordinario, los presbíteros se convierten en testigos permanentes de su encuentro con Cristo. Partiendo precisamente de esta conciencia interior, pueden realizar plenamente su "misión" mediante el anuncio de la Palabra y la administración de los sacramentos”.
√ “Después del concilio Vaticano II, en muchas partes se tuvo la impresión de que en la misión de los sacerdotes en nuestro tiempo había algo más urgente; algunos creían que en primer lugar se debía construir una sociedad diversa. En cambio, la página evangélica que hemos escuchado al inicio llama la atención sobre los dos elementos esenciales del ministerio sacerdotal. Jesús envía, en aquel tiempo y hoy, a los Apóstoles a anunciar el Evangelio y les da el poder de expulsar a los espíritus malignos. Por tanto, "anuncio" y "poder", es decir, "Palabra" y "sacramento", son las dos columnas fundamentales del servicio sacerdotal, más allá de sus posibles múltiples configuraciones”.
“Cuando no se tiene en cuenta el "díptico" consagración-misión, resulta verdaderamente difícil comprender la identidad del presbítero y de su ministerio en la Iglesia. El presbítero no es sino un hombre convertido y renovado por el Espíritu, que vive de la relación personal con Cristo, haciendo constantemente suyos los criterios evangélicos. El presbítero no es sino un hombre de unidad y de verdad, consciente de sus propios límites y, al mismo tiempo, de la extraordinaria grandeza de la vocación recibida: ayudar a extender el reino de Dios hasta los últimos confines de la tierra”.
√ “El sacerdote es un hombre todo del Señor, puesto que es Dios mismo quien lo llama y lo constituye en su servicio apostólico. Y precisamente por ser todo del Señor, es todo de los hombres, para los hombres”.
√ La oración es el primer compromiso, el verdadero camino de santificación de los sacerdotes y el alma de la auténtica pastoral vocacional. El escaso número de ordenaciones sacerdotales en algunos países no sólo no debe desanimar, sino que debe impulsar a multiplicar los espacios de silencio y de escucha de la Palabra, a cuidar mejor la dirección espiritual y el sacramento de la Confesión, para que muchos jóvenes puedan escuchar y seguir con prontitud la voz de Dios, que siempre sigue llamando y confirmando. Quien ora no tiene miedo; quien ora nunca está solo; quien ora se salva. Sin duda, san Juan María Vianney es modelo de una existencia hecha oración”. “Que María, la Madre de la Iglesia, ayude a todos los sacerdotes a seguir su ejemplo para ser, como él, testigos de Cristo y apóstoles del Evangelio”.
martes, 21 de julio de 2009
INFORME DEL DÍA 21 de Julio 2009. Sobre la Salud del Padre Hugo Cornelissen.
SU SANTIDAD BENEDICTO XVI HA VUELTO A REAPARECER, LUEGO DE SU ACCIDENTE

El vocero del Vaticano, el padre Federico Lombardi, explicó que Benedicto XVI está "aprendiendo" a vivir con la escayola que se le colocó en el postoperatorio, y que le impide escribir, siendo éste "el aspecto más doloroso del incidente" del Santo Padre, aficionado a la escritura a mano.
Sin embargo, durante el Angelus Dominical, Benedicto XVI alzó su brazo derecho vendado, lo mostró ante cientos de creyentes y dijo sonriendo: "Como pueden ver, estoy un poco limitado en mi actividad por mi herida, pero mi corazón está lleno de alegría". El pontífice de 82 años resbaló en la noche del jueves al viernes en el baño de su residencia de verano de Los Combes y se rompió la muñeca. Tras una pequeña operación en el hospital Umberto Parini, en Aosta, el Papa regresó a su lugar de descanso el viernes por la tarde con escayola. Ayer sábado ya ofició una misa, informó DPA.
lunes, 20 de julio de 2009
NUEVA ENCICLICA DE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI

Con motivo de la publicación de la Encíclica, en
La encíclica "Caritas in veritate" (Caridad en la verdad) es la tercera del papa Benedicto XVI en sus cuatro años de pontificado, después de "Deus caritas est" (Dios es amor), de 2006, y "Spe salvi" (Salvados gracias a la esperanza), de 2007.
Las encíclicas son cartas solemnes sobre asuntos de la Iglesia o determinados puntos de la doctrina católica dirigidas por el Papa a los obispos y fieles católicos de todo el mundo. Tienen su origen en las epístolas del Nuevo Testamento y es el documento más importante que escribe el Pontífice. Suele estar redactado en latín, el idioma oficial de la Santa Sede, y traducida a las principales lenguas del mundo y su título se toma de las primeras palabras del documento.
La primera de la historia de la Iglesia fue escrita por el papa Benedicto XIV en 1766. Uno de los papas más prolíficos en encíclicas fue León XIII (1878-1903), que escribió 86. Pío X (1903-1914) redactó 16 y Benedicto XV (1914-1922) catorce. Pío XI (1922-1939) escribió 30, Pío XII (1939-1958) 41 y Juan XXIII (1958-1963) ocho. Pablo VI (1963-1978) redactó siete y a Juan Pablo I (1978-1978) no le dio tiempo a escribir, ya que falleció a los 33 días de ser elegido Papa.
En sus casi 27 años de pontificado Juan Pablo II (1978-2005) elaboró 14, comenzado con la "Redemptor hominis", del 4 de marzo de 1979, apenas cinco meses después de su elección como Pontífice, en la que trazó los principios de su ministerio papal. La última encíclica fue "Ecclesia de Eucaristia", publicada en abril de 2003, en la que trató sobre la Eucaristía.
Benedicto XVI (2005) publicó el 25 de enero de 2006, a los diez meses de ser elegido Papa, su primera encíclica "Deus caritas est" (Dios es amor), sobre el amor y la caridad eclesiástica. A diferencia de otros pontífices, no traza, como suele ser la tradición, las líneas del pontificado. El 30 de noviembre de 2007 firmó "Spe salvi" (Salvados en la esperanza), que contiene el pensamiento del teólogo Pontífice y trata sobre la esperanza cristiana y hoy, aunque con fecha del 29 de junio de 2009, fue presentada su primera encíclica de carácter social.
ASI PUBLICÓ HOY EL NOTICIERO COMUNAL, ACERCA DEL PADRE HUGO CORNELISSEN.

UNA EXPERIENCIA DE ORACIÓN DEL DESIERTO.Puedes Experimentarlo en tu Comunidad .

Estos raid’s comenzaron en Francia en 1969, a partir de una idea de Michel Menu, un laico scout, y desde aquella fecha se han realizado en un montón de paises; Italia, Francia, Mexico, Marruecos, Turquia, Tierra Santa, Bosnia… En todos estos años han sido más de 700 raid’s, con la participación de cerca de 15.000 jóvenes.
La palabra GOUM, tiene su origen en las lenguas semitas, el mismo Jesús la utilizó en su forma “KUM”, al decir “Talita Kum”, en Marcos 5, 41-42. Se traduce al castellano como “levantarse” o “resurgir”. Esta es al fin y al cabo el centro de la espiritualidad cristiana y es lo que la gente que participa de esta aventura está buscando.
Este raid tiene las siguientes características:
* Duran 7 u 8 días, que es el tiempo necesario para que los efectos de esta espiritualidad puedan llegar al alma de la persona.* Caminar a lo largo de grandes áreas desérticas, aproximadamente 150 kilómetros.* Peregrinar en grupos de unas 15 a 20 personas, mayores de 20 años, que se encuentran en búsqueda.* La tierra preferida de los GOUM’s es el desierto, la patria del viento y las estrellas.* Es también una experiencia de pobreza elegida, sin nuestras comodidades de nuestro día a día, sin relojes, sin tabaco, sin dinero, durmiendo bajo las estrellas, comiendo apenas un poco de arroz por la mañana y otro poco por la tarde.*
Si estás interesado en esta aventura, te recomiendo que te pongas en contacto con el Padre Stefano o con alguno de los otros responsables. Aquí os dejo dos webs que tratan sobre el tema y donde podéis encontrar más info, el correo electrónico de los responsables…
ORACIÓN POR EL PADRE HUGO CORNELISSEN
La Parroquia de Rinconada de Silva , motivada por su párroco el Presbítero Juan Cortes Malbran, se encuentra en cadena de Oración Permanente, desde el momento en que se dió a conocer que la salud del Presbítero Padre Hugo Cornelissen Sacerdote de la Obra Misionera de la Transfiguración del Señor, se había vuelto a quebrantar. Según las últimas informaciones recogidas de primera fuente, nos indican que se encuentra internado en la clínica Rio Blanco de la Ciudad de los Andes, acompañado del Padre Ricardo Gómez Herrera Superior de la Comunidad, y de un grupo de Misioneras de la Legión de las Pequeñas Almas, quienes permanentemente han creado un cénaculo de oración, para orar por su restablecimiento, su situación de salud es de carácter estable, a la espera de la realización de examenes médicos.
ITINERARIO PASTORAL DEL PADRE HUGO
El Padre Hugo celebró en abril del presente año sus bodas de oro. Valoramos su gran celo apostólico que lo ha llevado a emprender grandes obras como son:
1.- La Legión de las Pequeñas Almas en todo el Continente, recordamos sus grandes viajes pastorales de animación desde Canadá hasta Punta arenas con esos programas apretados y muy exigentes, muchas veces durmiendo mal, pasando frío y hambre, evangelizando hasta altas horas.
2.- Los CEVAS (Centros de Vacaciones Solidarios) Nuestro querido Padre trajo esta experiencia pastoral a Chile, más concretamente a Punta Arenas y desde ahí ha ido creciendo hasta estar presente en nueve diócesis del país, y existen 56 centros Cevasdetectados en el país y hemos realizado ya 3 encuentros nacionales.
3.- Un Sacerdote que realizaba seis a siete misas cada fin de semana, para poder llegar con el mensaje de Jesús, a las comunidades más lejanas.
4.- En Rinconada de Silva los feligreses podran dar testimonio de las grandes obras titanicas que inicio y termino este sacerdote, construcción de capillas, el inicio del tradicional Festival a Su Santidad, los avances en el Santuario del Santo Cristo, especialmente los caminos del Vía Crucis, el Vía Gloriae - Las Imagenes del Sagrado Corazón de Jesús - La Imagen de la Dolorosa al pie del Santuario - San Miguel Arcángel, etc.
Es por ello que es importante poder unirnos a la oración convocada desde la partoquia en las eucarístias de cada día.
INVITACIÓN A LA ORACIÓN PERMANENTE, POR ESTADO DE SALUD DELICADA DEL PRESBÍTERO PADRE HUGO CORNELISSEN.20 de Julio 2009

El Padre Hugo cornelissen, esta experimentando un desajuste considerable en su salud, para ,lo cual el Padre Juan Cortes Malbrán, párroco de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Rinconada de Silva, y miembro de la Comunidad Obra Misionera de la Transfiguración del Señor, está convocando a todas las Comunidades Cristianas de Base, a permanenecer en oración continua, para orar por el restablecimiento de la salud de nuestro querido pastor.
El Padre Juan Cortes, indicaba a los medios de comunicación comunal, que el Sacerdote Belga, radicado en nuestras tierras aconcagüinas, esta profundamente entregado en las manos del Señor, y espera que se haga su santa Voluntad.
El Padre Hugo Cornellissen, ha desarrollado desde siempre una intensa obra de piedad y misericordia en cada una de las comunidades de nuestra parroquia. Un Hombre entregado por completo a la acción pastoral y a la difusión y propagación de la devoción Mariana, por medio de la implementación y animación espiritual a nivel nacional e internacional del Movimiento de las Pequeñas Almas o mas bien conocido como: LEGIÓN DE LAS PEQUEÑAS ALMAS.
"Pequeñas almas humildes, llenas de confianza, acercaos sin temor a vuestro Dios y para su mayor gloria. Formad un ejército invencible a su alrededor bajo la dirección dulce y suave de Mi Santa Madre"...(Mensaje l4-8-66).En cada país se constituye en Centro Nacional. Y todos los grupos de A.P. del país forman una Asociación Nacional.
Esperamos Seguir Manteniéndoles Informados del Acontecer Diario de la Salud de Nuestro Querido Pastor.
UN LAMENTABLE HECHO DELICTUAL, NOS LLENA DE PESAR A NIVEL PARROQUIAL. 19 Julio 2009

Alcancías del Santo Cristo de Rinconada de Silva fueron saqueadas por inescrupulosos antisociales
Hasta el lugar del robo concurrió personal de Carabineros de Putaendo, y posteriormente personal de la SIP de la policía uniformada, quienes realizaron varios peritajes para obtener alguna pista que permita dar con el paradero de los delincuentes.
domingo, 19 de julio de 2009
HOMILIA DEL DOMINGO 19 de Julio 2009.
